jueves, 5 de marzo de 2015

UN POEMA A LA CIUDAD DE EL ALTO

DE PIE HERMANO ALTEÑO… ¡DE PIE!                                                                                       
De: Willy Flores Quispe

El benjamín boliviano,
El excelso andino…
Ha evadido al fin a la indiferencia.
Aguantando de pie el dolor, la infamia;
mitigando la injusticia por encima de su tierna clemencia.
Bondadosa en esta tierra
 Que ante el horror de la muerte…
Supo darle consuelos a esta patria
defendiendo su soberanía.
Porque se inspiro vehemente:
En la tragedia de su miseria,
en la rebeldía de su alba.
Y en el apogeo de la dulce pachamama.
Si señores, aquí todo sucedió…
Fueron los días del escarnio
los regueros de balas y balazos
 no acallaron la voz de protesta
nacida en la candidez de alajpacha.

Ciudad de El Alto…
Mi voz se llena de grandeza
cuando narro tu gesto épico.
Mi voz requiere de fuerza
para gritar tu nombre idílico.
El Alto es justo, escueto en esencia
para abogar por esta patria.
 El Alto ¡Guerrero de octubre!
Que venció lo perverso para siempre…
 no puedes olvidar hermano alteño ¡¡NO!!
 Ciudad de El Alto
 recibe estos versos de th’ola
arraigadas del embrujo de tu frio,
 nacidas en la ciudad de tu frio.
No te olvidaremos capital de los andes.
Venciste a la oligarquía
 y terminaste con un vende patria.

El Alto mi ciudad que quiero tanto.
Centinelas de la urbe alteña
Heraldos de la justicia patriótica;
Reverenciar, dilatar la hazaña
que el resplandor prolija halaga;
la grandeza del pueblo alteño
olvidar nunca esta rebelión andina
 y hermano alteño de pie, si de pie,
 de rodillas jamás.
De pie hermano alteño de pie ¡Car…!